martes, 7 de septiembre de 2010

Publicación de Carta Abierta

Autor: Lic. Omar Rojas Herrera

LECCIONES QUE NO DEBEMOS OLVIDAR

Por fin, el Archivo General de la Nación vuelve hacer uno solo al retornar la Dirección Nacional de Archivo Histórico al AGN mediante la Ley de creación del Ministerio de Cultura en que su única disposición derogatoria dejaba sin efecto el cuestionado Decreto Supremo Nª 003-2010 ED; creo importante hacer una reflexión sumándose al hecho de que ya estoy en condiciones de expresarme libremente y no estar en un cargo público, cosa que no pude hacer y seguro que dio pie a una serie de cuestionamientos porque es muy usual en nuestro medio hablar, acusar sin tener pruebas, pero igual hablamos porque nos dejamos llevar por nuestra ignorancia y aprovechamos la ocasión de cuanto escenario tengamos disponible, sin pensar en el daño que podamos causar, incluso creo que nosotros tenemos la culpa porque no hacemos uso de los medios legales que protegen nuestra vida privada, porque nadie puede acusar sin pruebas, hacerlo es difamar, ¡pregunten a los abogados! así que me permito compartir algunos hechos experimentados a raíz de la transferencia y del cargo con la comunidad archivera y extraer algunas lecciones con la esperanza que esto no se vuelva a repetir en el futuro, no volviendo a experimentar los sinsabores que nos dejó la transferencia y la defensa e integridad de patrimonio, cumpliendo nuestras funciones de manera silenciosa y que para muchos pasó inadvertido, ¡sobre todo, si no somos sus amigos!, sufriendo las penurias desde la falta de haberes del personal hasta el maltrato institucional de parte del AGN y del INC, pero también es hidalgo agradecer a aquellas y pocas personas que de una u otra manera, directa e indirectamente se solidarizaron desde el inicio hasta el final en los momentos difíciles que pasó este Archivo Histórico al ser transferido al INC y su posterior retorno al AGN, queda a la conciencia de algunos a los cuales les solicitamos su apoyo para que levanten su voz pública en contra de la situación que estábamos viviendo y las condiciones de abandono del patrimonio, recibiendo excusas para no hacerlo, y esto no solo es conocido por mi persona, hay otras personas que pueden dar fe de ello.

La Dirección Nacional del Archivo Histórico tuvo que lidiar y defender la integridad del Patrimonio Documental de la Nación, y evitar cualquier traslado del acervo sin contemplar las garantías necesarias para la conservación e integridad del mismo, puesto que a principio de la transferencia en aras de dar estricto cumplimiento al D.S. Nº 003-210-ED, se contempló la posibilidad de parte de los funcionarios del INC, el traslado del Archivo Histórico sin tener en cuenta las condiciones de eminente riesgo de deterioro que podía sufrir el patrimonio documental en su conjunto, era firme la defensa férrea que hacíamos, obteniendo por respuesta de parte del propio AGN “se debe dar cumplimiento a la transferencia porque era una decisión política” a pesar que se planteaba el “traslado como si se trata de cualquier bien” hacia los sótanos (Museo Filatélico, fue la primera opción) o tal vez, pudo ser algún rincón del Museo de la Nación, es más se expresaron palabras como “se contrata camiones del ejército y nos llevamos todo”, podría continuar enumerando situaciones en que esta Dirección Nacional ha tenido que soportar experiencias vividas, pero dejemos que la historia juzgue y que (como archivero) los documentos hablen.

Como decía al inicio, es lamentable escuchar acusaciones injustas sobre todo cuando estamos conscientes que cumplimos nuestras funciones en los momentos difíciles antes, durante y después de la derogatoria del nefasto decreto, expresiones como el haber sido partícipe de la norma de transferencia, hasta inclusive de ser el destructor del Archivo Histórico; pues resulta fácil expresarse desde afuera y distinto cuando se está adentro, asumiendo con entereza e integridad moral como funcionario y profesional la enorme carga de la responsabilidad de garantizar la integridad y conservación del Patrimonio Documental de la Nación. Lo que sí puedo afirmar que esta triste experiencia puso en evidencia una vez más el estado y abandono en el que se encontraba el Patrimonio Documental, situación que ha sido denunciada en otros medios, la mayor parte de la documentación no ha recibido tratamiento técnico archivístico, no existen instrumentos descriptivos actualizados y menos la aplicación efectiva de políticas de preservación y conservación de la documentación histórica, porque hoy no presentarían las condiciones físicas de deterioro que tiene nuestro acervo, ¡que oportuno les resulta a algunos olvidarse de otras denuncias que hacen mención a las condiciones del patrimonio documental! es que esto no es gestión producto solo de Lizardo Pasquel Cobos, ex Jefe del AGN; quién solo estuvo tres años de gestión frente a otros que estuvieron muchos años más, a este abandono se suma la carencia de materiales y de personal idóneo; personal que con muchos años de experiencia dejan mucho que desear cuando ejecutan procesos técnicos archivísticos, y con ello desgraciadamente se reafirma lo que manifesté en mis informes en que advierto la necesidad de saber las cantidades reales de piezas documentales históricas, mediante un inventario general, que por cierto la Ley General de Patrimonio Cultural Ley Nº 28296, lo hace mención, advertencia que se plasmó en dos sendos informes de Diagnóstico Situacional de la Dirección Nacional de Archivo Histórico en los meses de julio y setiembre del 2009 y que obran en los archivos de gestión, es decir meses antes de la expedición del cuestionado decreto supremo.

Esto se explica pues, de cómo nuestro Patrimonio Documental de la Nación en más de veinte años, sino es más, ha estado y continúa expuesto al hurto, desaparición y deterioro de la documentación histórica pudiéndose afirmar que fue ¡producto del desinterés!; ¡desidia de las anteriores autoridades!, peor aún cuando hasta la fecha continúa buena parte de los grupos documentales sin descripción y desorganizados, situación que vemos con mucha esperanza pretende cambiar la gestión actual.

Creemos firmemente, que existe la necesidad de declarar en emergencia el Patrimonio Documental de la Nación ante la inseguridad, carencia de control y de personal; en vista que fue muchos años políticas de las gestiones anteriores del AGN, el descuido la dotación de personal necesario para atender las necesidades básicas que brinda la DNAH, además de destacar al personal de planta a otras áreas y labores, restando operatividad, eficiencia y poniendo en riesgo la seguridad de los documentos al brindarse el servicio. Además de recibir rotaciones como la del cuestionado señor Julio Aragón, que resulta que recién hace unos meses nos enteramos en el AGN que el mencionado empleado, desde el 2006 había sido condenado penalmente, en agravio contra el Estado, sin embargo este señor estuvo buen tiempo de entera confianza en la Dirección de Archivo Republicano.

Hoy nadie se acuerda que los funcionarios y empleados recibimos maltrato durante nuestra permanencia en el INC, a los funcionarios nos quitaron nuestras funciones, es mas hasta nos quitaron la denominaciones de Directores, además de relegar a la DNAH a la Dirección de Administración Documentaria y Archivo, contraviniendo incluso el propio texto del DS Nº 003-2010-ED, imponiéndosenos a una “asesora” la cual decidía sobre nuestras funciones, además de elaborar y maquillar un diagnóstico que no estaba ajustado a la real situación; luego elaborar un catálogo de piezas documentales para una publicación del INC, lo que indica que sí había fondos, pero no para la adquisición de materiales de protección y conservación tanto del personal y del patrimonio, para poder ejecutar el tratamiento y conservación del Patrimonio Documental de la Nación, en vista de que nunca se atendió los documentos cuando remití reiterados informes solicitando materiales y advirtiendo los riesgos en que se encontraba el acervo documental, parece que ¡al INC y a su asesora no les era importante!.

Hay que manifestar que hay personalidades que se respeta por su contribución al desarrollo de la Archivística en el Perú y en la defensa del Patrimonio Documental de la Nación que debieran hacer también una mea culpa, de cuando estuvieron en sus manos el destino del AGN específicamente con relación al acervo documental histórico; no haber empezado por la elaboración del más mínimo y elemental de los instrumentos descriptivos como es un Inventario General; dejando atrás la obra de don Guillermo Durand Flórez y de Doña Vicenta Cortés Alonso, pilares que sentaron las bases del Sistema Nacional de Archivos en el Perú, si bien es cierto todavía se rinde homenajes y ceremonias a quienes contribuyeron al desarrollo de la Archivística, pero creo que a estas figuras de la archivística se verían mejor homenajeada sin vieran una política real de conservación y rescate de los Archivos Históricos; creo que es hora de dejar atrás los recuerdos, sobre todo el discontinuo y abandono de los archivos históricos conjuntamente con los archivos administrativos del Estado, lo cual también es importante desde que se dio la Ley del SNA ( Ley Nº 25323) que requieren de una urgente revisión y actualización, pero que trajo como costo el desinterés por los Archivos Históricos.

A esto hay que agregar, de cómo en tanto tiempo, no hubo una renovación de cuadros, como de un plan de capacitación al personal por cuanto carecen de conocimientos en materia de Diplomática, y la aplicación correcta de los procesos técnicos archivísticos; no necesariamente el oficio hace al maestro.

Considero que he cumplido mi función, en cumplimiento de salvaguardar la integridad, conservación y defensa del Patrimonio Documental y puesto en evidencia el estado de la situación de la misma a favor de que cambie, esa es nuestra gran esperanza. La historia de los archivos en el Perú está aún por escribirse, pero desgraciadamente vemos que continúa nuestro “pobre Patrimonio Documental”, Memoria de la Nación; la tradición y costumbre constante de continuar siendo mutilado, desmembrado y olvidado de parte de los muchos gobiernos de turnos, y esperamos con mucha esperanza, creo, que es el mismo sentir de todos los que amamos y sabemos la importancia de los documentos históricos que con la creación del Ministerio de Cultura (con su nuevo y flamante ministro recientemente juramentado) esta situación cambie, y que además el próximo 150 aniversario no pase sin pena ni gloria, porque el Archivo General de la Nación, es la institución más importante del país, porque aquel que olvida su historia no tiene un rumbo, solo queda manifestar que sólo trabajando y cumpliendo nuestras funciones con honradez, transparencia y en silencio, es la mejor muestra de que se puede dejar sentado de que he cumplido con la labor.

O.R.H.


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