viernes, 9 de julio de 2010

El olvidado archivo de Cabañas

Minimizan valor del Archivo Cabañas

Fuente: INFORMADOR.COM.MX
web: http://www.informador.com.mx
Por Alejandra Guillén

En los noventa se rescató el acervo y en el 2000 se volvió a guardar. La SC no ha precisado su ubicación

GUADALAJARA, JALISCO (08/JUL/2010).- Dos sucesos marcaron significativamente la vida de A, quien murió a los 32 años por asfixia. El primero, que su madre biológica lo dejara abandonado al nacer en el Hospital Civil, en donde le llamaron Erre. El segundo, darse cuenta de que nunca podría rastrear su origen, pues todos los archivos relacionados con su triste nacimiento y posterior traslado al entonces Hospicio Cabañas están extraviados, perdidos, desaparecidos o sencillamente alguien los destruyó.

A lo largo de su vida, para A fue difícil aceptar su condición de adoptado, fue duro transitar el divorcio de sus padres adoptivos y ver que los hijos naturales llegaban. En un momento decidió mitigar ese dolor dedicando tiempo a buscar a sus padres biológicos sin saber qué haría si los encontraba. Tal vez sólo bastaría con conocer sus nombres, si tenían otros hijos, si pensaban en él, si existían Quizá las explicaciones y las preguntas saldrían sobrando. Pero nunca pudo aproximarse a ello; las respuestas de su madre adoptiva lo llevaron al antiguo Hospital Civil y ahí las indagaciones apuntaron al Hospicio Cabañas. Niño abandonado al nacer, derivado a la institución de beneficencia. Ahí termina el rastro, sus documentos, le dijeron, desaparecieron Y esa inquietud no resuelta quedó tendida junto a su cuerpo el día que murió.

Lo que A nunca supo es que el documento con el que habría respondido las grandes incógnitas de su pasado probablemente existe, al igual que muchos otros de los últimos dos siglos que forman parte del archivo del Hospicio Cabañas y que en los últimos 10 años la Secretaría de Cultura de Jalisco no ha explicado dónde están resguardados y en qué condiciones.


Recién llegada a la dirección del Instituto Cultural Cabañas (ICC), Cecilia Wolf dice que los únicos papeles que ha visto están guardados en cajas y no tienen valor patrimonial, pues son administrativos.

“Nadie tiene el derecho de despojar a la gente de su pasado. Porque la función de los archivos es preservar la memoria”, enfatiza la doctora en Historia Pilar Gutiérrez Lorenzo, quien durante la década de los noventa rescató el archivo del Cabañas y lo dejó listo para abrirse al público, hasta que entró Sofía González Luna como secretaria de Cultura de Jalisco, en el 2000, y todo se regresó a las cajas y se envío a la Dirección de Patrimonio de esta dependencia.
De acuerdo a la ex directora del ICC, María Inés Torres, al asumir el cargo en 2006 pidió que el acervo regresara al edificio y lo guardó en una sala cercana al Patio Mayor, con la idea de conseguir recursos y posteriormente abrirlo al público.

Ahora, a un mes de que se pidió entrevista a Comunicación Social de la Secretaría de Cultura sobre la ubicación precisa del acervo y su futuro, no ha habido respuesta.

La española radicada en México, Pilar Gutiérrez Lorenzo, no conoce la historia de A, pero cuenta otras de gente vinculada al Cabañas que le hacen reflexionar: “¿Cómo vamos a despojar a una persona o a una ciudad de su memoria? Si hay un edificio vinculado con Guadalajara es el Cabañas, no sólo porque marca un desarrollo urbanístico de la ciudad sino también porque influenció en la beneficencia de la región y sigue presente hasta nuestros días”.

El rescate

En un montón de cajas de cartón con peste a humedad se guardaron por décadas los registros documentales que el Hospicio Cabañas acumuló desde finales del siglo XVIII y hasta 1991. Y fue hasta que se integró el expediente para gestionar la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad del monumental edificio que fuera en un principio Casa de Caridad y Misericordia y más tarde Hospicio Cabañas, que la Secretaría de Cultura pidió a la académica de la Universidad de Guadalajara, Pilar Gutiérrez Lorenzo, que rescatara el fondo que en ese momento estaba en total “abandono”.

Actualmente, la historiadora tampoco sabe dónde se ubican todos esos papeles, en su mayoría relacionados con la beneficencia y “con el desarrollo de la ciudad, porque muchas fincas estaban adscritas al Cabañas, ya que eran propiedad de la iglesia, entonces hay mucha información de inmuebles urbanos, de quién las habitaba, de cuatro haciendas y de los programas de asistencia de los siglos XIX y el XX.

En el Archivo de Indias hay documentos que hacen mención al Cabañas, ya que antes de la Independencia de México, todo lo relacionado con la iglesia católica se informaba al Patronato de Indias. “El Hospicio se fundó por aprobación de la Real Cédula en 1805 y se enviaba a España hasta 1810, que inició la Independencia”.

Las investigaciones

A través de la correspondencia del Hospicio, Gutiérrez Lorenzo descubrió que “antes de 1810 la letra visualmente era muy masculina, estaba vinculada con el poder. Y en el siglo XIX, con la llegada de las Hermanas de la Caridad y después de la secularización, se da la alfabetización, la democratización de la escritura”.

Otra investigación que está por concluirse es sobre la imprenta del Cabañas, que fue de las primeras que existieron en Guadalajara.

-- ¿Qué se publicaba?

-- La imprenta contribuyó a la creación de soberanía y de todo lo que se entiende por espacio público en Guadalajara. También contribuyó con libros de texto, de urbanidad e incluso se imprimió la primera obra del México independiente en 1813, considerada la primera novela romántica en Latinoamérica. El autor era Mario Meléndez y se titulaba El Misterio.

-- ¿Qué tendría que haber sucedido con el Archivo?


-- La idea es que fuera un centro de estudios, aún hay muchas líneas que investigar, ahí está la historia y es importante porque la institución sigue estando viva.

-- ¿Cuál es la antigüedad de los documentos?

-- Los libros de ingreso están ahí. Inclusive en el archivo había documentos de niños que dejaban en el Hospicio. Eran notas chiquitas como “Jesús, no más”, “Llegó con chambrita color rosa” o “Vino con una medallita”. Todo eso nos permite ver por qué dejaban a los niños y a los historiadores les toca reconstruirlo.

-- Estudiar a los huérfanos también nos reflejaría a la sociedad de aquel tiempo


-- Claro, ése es el trabajo que hay que hacer. Falta estudiar a las poblaciones de los sitios. Hay estudios demográficos en Argentina, Colombia, España, que le llevan mucha delantera a México. El problema en este país es que no hay un gran trabajo archivístico, queda mucho camino, nos llevan mucha delantera y tiene que ver con el tema de la transparencia.

--¿La declaratoria (de la UNESCO) no obliga a que el archivo esté abierto?
-- Si obligaría, tendría que conllevar todo lo que está alrededor del edificio. Y un punto es que la declaratoria se dio al Hospicio Cabañas con todo lo que representa simbólicamente, y no al Instituto Cultural Cabañas.

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